Dicen que cuando uno está conociendo lugares nuevos es bueno hacerlo a través de su comida. Sin embargo, llega un momento en que es difícil no extrañar la comida a la que uno está acostumbrado. Esto me pasó durante mi periodo sabático en Estados Unidos. Ésta publicación está dedicada a los peruanos nostálgicos y las personas que quieren comer buena comida peruana en la zona de Manhattan, en Nueva York. English here.
Comida peruana en Nueva York (Fotos: Raymi | Mucha Ale)
Tengo la suerte de haber podido visitar la ciudad de Nueva York durante mi descanso sabático. Durante este tiempo me encontré antojada de comer algo peruano, y gracias a Yelp e Instagram llegué a estos restaurantes que han sabido llevar ese rico sabor que nos gusta tanto a esta gran ciudad. Me encanta que cuentan con página web donde comparten su menú. No duden que los stalkee fuertemente antes de ir.
Raymi, Peruvian Kitchen and Pisco Bar Raymi es el restaurante de tres hermanos peruanos de nombre Jaime, Felipe y Roger Torres, y está ubicado en la calle 24 Oeste. Su estilo de comida es moderno, por lo que su menú cuenta con varios platos de tipo fusión pero a lo que fuí es a los más tradicionales. De éstos, recomiendo probar los Sliders de Chicharrón, el Lomo Saltado, la Carapulcra y el Arroz con Pato, este último puede pedirse en una porción para compartir. Para beber cuentan con Cusqueña y varios tipos de Pisco Sour, entre ellos de Maracuyá. Éste es el único restaurante que requiere una reserva para asegurar su asiento. Fotos: Raymi.
Sliders de Chicharrón
Carapulcra
Arroz con pato
Mission Ceviche Esta cevichería ubicada en el Mercado de Gansevoort pertenece a Jose Luis Chavez, quien es hijo de un papá peruano y una mamá colombiana, y a su socia Brice Mastroluca. Sin haberlo planeado, fui a almorzar y cenar en un mismo día y pude probar gran parte de su carta. Sea cual sea la temperatura, no se pierdan sus ceviches que saben como en Perú (te lo dice alguien que come helado en el invierno). Mis favoritos fueron el Ceviche de Ají Amarillo, el Seco Norteño de Res, y el Ají de Gallina. Para beber tienen Inca Cola y Chicha Morada, entre otros. Lo que me encantó es el ambiente casual y que uno se siente como en casa gracias a la atención de Jose Luis y el equipo.
Ceviche de Ají Amarillo and chicha morada
Ceviche de ají amarillo y chicha morada
Ají de gallina
Baby Brasa Esta pollería con onda casual pertenece al chef peruano Franco Noriega y está ubicada en Allen Street, al sur de Manhattan. De casualidad había visto este local en Instagram aunque ya conocía el nombre de Franco Noriega porque estaba en la lista de Buzzfeed de los chicos más lindos del 2016 (#18). El Pollo a la Brasa y el Pan con Pollo están muy buenos y como en Perú. También tienen Chicha, Inca Cola y cerveza Cusqueña.
Pollo a la brasa
Pan con pollo
Para el postre pueden encontrar Alfajores de Lúcuma de la marca Limanjar, de los hermanos peruanos Álvaro y Joaquín Ormeño. Los alfajores estaban muy ricos y suavecitos. De hecho, me encantó probarlos porque ya había leído sobre ellos en la web del New York Times en Abril.
¡Hola! Espero que estén muy bien. He estado un poco ausente en las últimas semanas porque me tomé unos días fuera de Lima para recibir mi cumpleaños y también porque estamos remodelando la cocina de mi casa. Ahorita todo es un desorden y me alegro de haber aprendido a preparar omelettes en el microondas. Pero no vuelvo con las manos vacías, les cuento que he cumplido 30 años este mes y les traigo un pequeño video para compartir cómo recibí esta nueva década. English here.
Este año decidí hacer durar mi cumpleaños por cuatro días, entre Trujillo y Huaraz. Primero con una visita de dos días a Trujillo para el matrimonio de mi amigo Andrés, y luego a Huaraz para quitarme el clavo de no haber podido ir en Semana Santa y conocer la Laguna 69 de la que me vienen hablando varios amigos.
La Libertad, Trujillo: Matrimonio y la Huaca de la Luna
Llegué a Trujillo con Oltursa (bus). El viaje estuvo un poco demorado y en vez de llegar a las 8:30 a.m., cómo estaba programado, llegué casi a las 10 a.m. Además, apagaron la película El Invitado (Safe House) a la media hora que empezó, justo cuando yo ya me había enganchado. Me pregunto como acabó..
Al llegar a Trujillo tenía dos cosas por hacer antes del matrimonio de mi amigo que era al mediodía: comprar mi pasaje para Huaraz e ir a la peluquería. Por suerte cumplí con la misión. Con mucho apuro llegue a la Catedral de Trujillo con un retraso imperceptible. Lo mejor fue ver a mi amigo tan feliz y encontrarme con mis amigas que también habían llegado ese día desde Lima. ¡Me encantó la sorpresa de los novios que bailaron marinera!
¡Con amigas y el novio!
Al día siguiente conocí la Huaca de la Luna (la excursión dura algo de dos horas – lleva gorro). En mi hotel me comentaron que sí es seguro tomar taxis desde la calle así que me fui así. El pasaje costó diez soles. Por precaución fui vigilando nuestro recorrido por Google Maps para saber que no nos desviábamos. De hecho mi taxi fue muy amable y cómo se dió cuenta de que estaba de visita, me fue narrando el camino, y qué y dónde recomendaba comer.
Importante, si solo van a la huaca asegúrense de ir primero a la boletería, que es donde está el museo, para pagar por su ingreso. Yo llegue primero a la huaca y tuve que tomar una combi de ida (cincuenta centavos) a la boletería y luego volver en la moto de un guardián de seguridad que se apiadó al verme caminando por la vía.
Mucho calor en La Huaca de la Luna
El recorrido de la Huaca fue excelente y lo recomiendo. Me pareció muy interesante conocer cómo la cultura Moche que vivió en ese templo fue construyéndolo hacia arriba con cada generación que lo ocupó y también saber que practicaban los sacrificios humanos. Ojalá que reciban mayor apoyo para ir descubriendo la Huaca del Sol que está al lado y que aún está por descubrir. Además, ojalá que Harvard devuelva la muestra de pintura que tomaron de la plataforma donde se sentaba el sacerdote.
Ceviche y seco de pato con frejoles
Para la tarde, antojada de Ceviche con un amigo que también se quedó en Trujillo después del matrimonio, fuimos a Huanchaco. Fue un lindo atardecer en la playa. No sé si es por la hora pero había mucha basurita en la arena. Quizá podrían cuidar mejor esta playa, que es bien conocida como un bonito balneario.
Ancash, Huaraz: Laguna 69 y Willkahuain
Llegué a Huaraz a las 6:30 a.m., oficialmente con 30 años cumplidos a la media noche. Al llegar a la puerta del Albergue Churup donde me hospedé, encontré a dos personas esperando un bus. Al preguntar si iban a la Laguna 69, me respondieron que sí y que sí me podían esperar a que deje mi maleta en el hotel. Para mi esto fue un gol porque solo se puede ir a la laguna si sales a las 6 a.m. y yo me había propuesto estar ahí por mi cumpleaños. Adentro, me aseguré de que era una empresa confiable y cuál era tarifa de la visita (40 soles, más algo de 10 soles que se paga para ingresar al Parque Huascarán).
Fueron alrededor de dos horas rumbo a un pueblo rural donde desayunamos y compramos provisiones para el viaje (un pan con queso, dos plátanos y chocolate). El desayuno fue mate de coca caliente y pan con queso. Sentí el frío en mis huesos aunque felizmente tenía una casaca muy abrigadora. Dormí la mayor parte del tiempo hasta que llegamos a la laguna LLanganuco donde nos detuvimos para tomar fotos. El paisaje era precioso, cielo azul, agua cristalina y verdor intenso por todos lados. Yo estaba asombrada de ver cómo esta parte del Perú aún está impecable.
Desayuno de pan con queso y mate de coca
El camino a pie y hacia la Laguna 69 inicia en Cebollapampa, una pradera hermosa con muchas vaquitas y toritos sueltos al lado de un río . Hay una pequeña caminata cuesta abajo y luego una caminata larga y enredada hacia arriba de las colinas. Si eres propenso, aquí podrías sentir un poco de fatiga y falta de aire. Yo acabé aquí mi plátano y chocolates para darme fuerza.
No les voy a mentir. Demoré un montón en llegar, empecé entre los primeros en la fila y acabé siendo una de las últimas en llegar. Me tuve que detener varias veces para recuperar mi respiración y me distraje pensando detrás de qué arbusto podía ir al baño. De verdad pensé que quizá hasta no llegaba pero sí lo logré (y tengo las fotos para demostrarlo). Debo agradecer a todos los amigos que hice en el camino hacia cuesta arriba y a mi guia por sus ánimos y por su mate de coca.
Llegando a la Laguna 69
Cuando llegué fue todo. Estaba muy feliz de haber vencido mi propio cansancio y haber podido llegar. Aunque tuve que volver a pie todo el camino que había recorrido en la ida, lo hice con la energía que recobre sentada en las piedras contemplando la laguna. Interesante cómo una aglomeración de agua pudo traerme y a todos los extranjeros (porque los únicos peruanos éramos el guía y yo) a esa gran distancia y altura.
En la noche, ya en Huaraz, conocí mi habitación en el albergue Churup. Me encantó porque tenía agua caliente y había como 4 cubrecamas y frazadas. Cené un crepe buenazo en la Creperie Patrick, que era una especie de empanada de queso y tomate o calzone. Este crepe me salvó de un estomago vacío cuando me perdí buscando la ruina Ichic Willkahuain el día siguiente así que con orgullo digo que pedí la mitad que sobró para llevar.
Mi crepe
La mañana siguiente, agotada, me fui a conocer las ruinas de Willkahuain e Ichic Willkahuain, que están a media hora de la ciudad en combi. Me quedaba el día antes de que mi bus saliera a las 10 p.m.
Willkahuain
Quizá debí haber leído un poco más sobre las ruinas porque me perdí com 3 veces. Primero buscando el paradero de la combi, luego dos veces buscando el segundo templo llamado Ichi Willkahuain. La segunda pérdida duró una caminata de una hora y 1.5 kms cuesta arriba por una pradera descampada. Debí darme cuenta que caminaba en el camino equivocado y no llegar tan lejos pero al menos el paisaje fue precioso todo el camino. Además, todo me hizo reir mucho y agradecer que tenía un crepe en mi cartera. Así es, tenía un crepe en mi bolso.
Al fin en Ichic Willkahuain
Les recomiendo visitar los templos de Willkahuain e Ichic Willkahuain, averiguando bien dónde queda el segundo. Si no se pierden, es una actividad que puede durar unas 4-6 horas. Si quieren hacerlo durar, hay un camino desde la ciudad al templo de 4.5 kms. Depende de cada uno.
Recomendaciones:
Por si alguna vez quieres ir en bus a Huaraz desde Trujillo, las líneas que van son Línea y Movil Tours. Yo compré mi pasaje para el día siguiente en la noche y en un asiento regular (no había más). Gracias amable señorita de Oltursa Trujillo quien me ayudó a llamar a Línea y a Movil Tours para encontrar un pasaje. No sé su nombre pero me salvó y ayudó más de lo que tenía que hacer.
Si no quieres que te cobren de más, consulta por el costo estimado de taxis o otros costos con tu hotel o desde el counter del la estación del bus. En Perú cuando tomas un taxi de la calle es bueno saber cuales son más seguros. Generalmente estos son los que tienen el número de la placa pintados al lado y también con un cartel bien puesto que diga taxi.
Cuando separes tu hotel considera la cercanía a los lugares que visitarás. En mi caso busque estar a una distancia cercana o que podía caminar de la Plaza de Armas que es donde están la mayor parte de los comercios y atracciones. Me fue muy bien con Booking y contactando con mis hoteles.
Ubica tu hotel y los lugares que visitarás en un mapa como Google apps y ténlos marcados por si necesitas encontrarlos rápidamente.
Si vas a hacer algún tipo de excursión por más de una hora, lleven algo para comer y agua ya que aveces no hay dónde comprar y caminar abre el apetito. Un chocolate ayuda a dar fuerzas cuando uno está muy cansado.
Usa bloqueador y un gorro si sabes que estarás caminando bajo el sol.
El Terminal de Buses de Trujillo cobra una comisión por usar la sala de embarque, creo que fue alrededor de 1.5 soles.
Si sales, lleva tu cargador y batería externa ya que podrías quedarte sin batería y es bueno poder recuperarla.
Seguro todos saben esto pero usa ropa cómoda al viajar. Yo llevo un par de medias en mi bolso por si en la noche me da frio. También algo para taparme.
Una experiencia casi tan bonita como compartir una comida hecha por uno mismo es compartir una comida de donde venga. Me estoy refiriendo a una comida que no hemos preparado nosotros y especialmente aquella que todos estamos probando por primera vez.
Delicias en Guru
Hoy les comparto mi experiencia con la comida india en Lima. La probé por primera vez en el restaurante Gurú pero me he dado cuenta de que alguien siempre pide por mi. Yo no sé qué pedir. Solo sé tomar lassis (batidos que hay en diferentes sabores frutados) y comer naan (pan con mantequilla y ajo).
Rico Mango Lassi
Así que convencí a mi mejor amiga para que me acompañe a comer guisos picantes y tomar lassis. Para los principiantes como nosotras, es importante pedir los guisos con un nivel ligero de picante.. No es mala idea tener un pañuelo para tu nariz.
Guisos: Karahi Chicken (izquierda) y Beef Korma
Nosotras compartimos estos platos que les recomiendo:
Karahi Chicken Guiso de pollo y especias, originario de la zona del norte de la India y Pakistán. Tiene un sabor que resumo como fuerte y rico. Liliana lo vio en la lista de Recomendaciones del Chef, y cuando lo probé me encantó muchísimo.
Beef Korma Guiso de carne, aunque también había de pollo, con un sabor menos fuerte en picante que Karahi. Su salsa estaba compuesta por salsa de almendras, queso de casa y especias. Ambos guisos vinieron acompañados de una porción de arroz.
Garlic Chapatti Este es un pan chato y suavecito, con toques de ajo. Al pan le dicen Naan y es buenísimo para acompañar los guisos.
Mango lassi Lassi es un batido en base a yogurt. La primera vez que lo probé me explicaron que su propósito es contrarrestar el efecto de los sabores de los platillos, que son muy fuertes. Lo he probado normal y en sabor mango. Ambos son muy ricos, el segundo es más dulce. Si te gustan los dulces, lo recomiendo.
Espero que les sirva. He dejando una reseña en Tripadvisor. Para despedirme, les dejo este trailer de la película Ram-leela.
